No somos números, somos personas. El reto de las calificaciones en las aulas

Hay genios con bajas calificaciones.

Los sistemas educativos ignoran la proactividad, ingenio, imaginación y creatividad.

Por Eduardo Barrios

En la mayoría de los sistemas educativos, se ignora algunas expresiones de los estudiantes que podrían potencializar su desarrollo y su capacidad para resolver problemas, a partir de las competencias que han adquirido.

De acuerdo con el catedrático Víctor Arufe Giráldez, existen condiciones para hacerse la pregunta sobre la pertinencia de continuar con un sistema educativo que no toma en cuenta el desarrollo integral de los estudiantes, y se concentra en seguirlos etiquetando a través de números.

“Un diez no tiene el mismo valor para muchas familias, todo depende en qué materia obtenga el hijo esa calificación”, señala el experto.

El también editor de la revista Sportis Técnico Científica del Deporte Escolar, Educación Física y Psicomotricidad, afirma que existe un dilema entre las comunidades que conforman la escuela, sobre la importancia de ciertas materias que se imparten en los centros educativos.

“La materias no entienden de jerarquía, son simplemente un medio para clasificar los conocimientos que se imparten en el aula. Desde ese punto de vista, todo conocimiento es de gran interés”, precisa.

En relación a esas materias señala que el conocimiento al estar clasificado ha necesitado de calificaciones para poder operar, sin embargo, sostiene que ello no demuestra algunos rasgos destacables de los estudiantes.

“Hay genios que pueden tener calificaciones muy bajas (…). Un niño genio es un niño que es proactivo, que tiene creatividad, ingenio, imaginación, que goza de grandes valores, ayuda a los demás, lleva un estilo de vida saludable, no genera problemas en el centro educativo, se esfuerza cuando no consigue alcanzar un reto, apoya al profesorado, disfruta de las clases, lee mucho”, comenta en su blog.

Finalmente el especialista sostiene que las nuevas generaciones de profesores, deben comenzar a preguntarse varios aspectos del sistema educativo actual, como qué tan recomendable es evaluar numéricamente, así como la utilidad de saturar de datos las cabezas de los estudiantes.

Valdría la pena comenzar por una pregunta, ¿somos números o personas?, deja tus comentarios debajo de la nota.